Los directivos de Samsung Electronics han prometido a sus empleados que investigarán las causas de los persistentes problemas del smartphone Galaxy Note 7 y que restaurarán la confianza en la empresa, informaron los medios nacionales.
Así lo anunció Koh Dong-jin, director de la división de telefonía móvil de la empresa, en correo electrónico dirigido a los ejecutivos y trabajadores de Samsung el martes, cuando el gigante surcoreano anunció que dejaría de producir el Galaxy Note 7, y recogido en la víspera por la agencia local Yonhap.
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'Al margen de las considerables pérdidas financieras, soy bien consciente de las cicatrices que dejará en nuestros ejecutivos y empleados la situación desarrollada durante las últimas semanas y la decisión de hoy', dijo Koh en alusión a la retirada del teléfono por los repetidos casos de combustión del dispositivo.
El directivo de Samsung expresó su 'frustración' por el caso y prometió que investigará las causas de estos problemas 'cueste lo que cueste' con vistas a 'restaurar la confianza de los consumidores en los productos de Samsung'.
Esta comunicación en clave interna ha sido la primera de la cúpula de Samsung que ha trascendido sobre el caso desde que la compañía anunciara el pasado día 2 la llamada a revisión sin precedentes de los millones de Galaxy Note 7 vendidos en todo el mundo.
Ninguno de los altos ejecutivos del grupo Samsung -matriz de Samsung Electronics- se pronunció ante los medios sobre el Galaxy Note 7 y sus posibles consecuencias para los planes estratégicos de la compañía, tras celebrar el miércoles en Seúl su junta semanal.
Asimismo, la compañía anunció en la víspera una rebaja sustancial de sus previsiones de resultados para el tercer trimestre debido a que deberá retornar a sus clientes el importe (882 dólares en EE.UU./859 euros en Europa) de sus más de 2 millones de terminales vendidos.
Esto se debe a que tanto los aparatos inicialmente afectados por el fallo de sobrecalentamiento como sus -también defectuosos- repuestos se estiman peligrosos y no aptos para el uso.
Por ello, Samsung ha rebajado su pronóstico de facturación para julio-septiembre hasta unos 47 billones de wones (unos 37.859 millones de euros/41.852 millones de dólares), un 4,09 por ciento menos que su anterior pronóstico y un 8,94 por ciento menos con respecto a lo que se embolsó en el tercer trimestre de 2015.