Compartir:

El próximo viernes se cumple un año desde que el magnate Elon Musk compró la red social Twitter, una unión que se puede resumir en una serie de enormes recortes: en torno al 90 % de su valor, el 80 % de su plantilla, el 50 % de sus ingresos publicitarios y hasta su nombre, puesto que ahora se llama X.