La primera dama de EEUU, Michelle Obama, anunciará una iniciativa para prohibir la publicidad de la comida poco saludable y los refrescos azucarados en las escuelas del país.
Con esta norma, las escuelas no podrán tener máquinas expendedoras que promocionen los refrescos más populares –muy altos en azúcares– con grandes fotografías ni tampoco podrá haber carteles que animen a consumir la llamada 'comida basura', abundante en calorías y baja en nutrientes básicos, en ningún lugar del recinto escolar.
Se exigirá además que todos los alimentos y bebidas que se vendan en las escuelas cumplan al menos uno de los siguientes requisitos: contener cereales integrales, tener como principal ingrediente una fruta, verdura o proteína, o aportar el 10 % de la cantidad diaria recomendada de calcio, vitamina D y fibra.