EEn Sao Paulo, el Mundial de Fútbol de 2014 acaparó el comienzo de los desfiles.
El sambódromo quedó inundado, además de los motivos futbolísticos de las comparsas, por la lluvia y en ocasiones el granizo que dificultaron los primeros pasos de bailarines, músicos y carrozas.
Escuela de samba del grupo especial Tom Maior, en SaoPaulo. (Vea galería Brasil se zambulle en el desenfreno carnavalesco).
En un recorrido de 530 metros, la primera fila de la comparsa surgió de un saque del guardameta bajo los tres palos: paraguas pintados de blanco y negro ocultaban al resto de la plantilla quienes, coreografiados, finalizaron la jugada -como no podría ser de otro modo- en gol.
La escuela de samba Leandro de Itaquera inauguró los desfiles del Grupo Especial, una especie de 'serie A' del carnaval de la ciudad más poblada de Brasil en el sámbodromo de Anhembi, proyectado por el arquitecto Óscar Niemeyer. Así, 2.500 personas bailaron con la omnipresencia del balón del Mundial, Brazuca, que formó parte de hombreras, sombreros y el cuerpo central de la primera carroza.
La ciudad brasileña de Recife se volcó a las calles.
Entretanto, cerca de 1,5 millones de personas festejaron ayer en el centro de Río de Janeiro el carnaval carioca al ritmo del 'bloco' Cordao de Bola Preta, el más antiguo de la urbe y que interrumpió brevemente su desfile para cantarle el cumpleaños a la Ciudad Maravilhosa por sus 449 años.