En la región de Coquimbo, a 600 kilómetros al norte de Santiago y a una altitud de 2.400 metros, se emplaza el proyecto Pale Red Dot, que enfocará la estrella Próxima Centauri, pequeña y de tonos rojizos, que destaca como la más cercana al sistema Solar. 'Si nuestras expectativas se confirman, dicho lugar sería el nuevo próximo mejor punto para investigar las atmósferas de exo-tierras y para buscar vida extraterrestre', explica en un documento el académico del Departamento de Astronomía (DAS) de la Universidad de Chile, James Jenkins. El objetivo de enviar una nave para investigar. 'Con algo de suerte y tecnología de punta, en un futuro no tan lejano, podríamos enviar una nave espacial para investigar directamente, cambiando la humanidad para siempre', agrega. Algunas observaciones previas han proporcionado indicios de un pequeño acompañante que orbita la Próxima Centauri, razón principal por la que se ha preparado este proyecto. La búsqueda estará acompañada de actualizaciones diarias en las redes sociales y las respuestas que traerá aún son inciertas, incluso para los más entendidos. Los datos obtenidos se complementarán con imágenes de un conjunto de telescopios robóticos, y con la colaboración de redes de observatorios situados en todo el mundo, que apoyarán el proyecto midiendo cada noche el brillo de Próxima Centauri durante dos meses y medio, lo que dará indicios de la existencia de un planeta en su órbita. El instrumento principal que se ocupará será el HARPS (High Accuracy Radial Velocity Planet Searcher, por sus siglas en inglés), que se encuentra instalado en el Telescopio de ESO de 3,6 metros en el Observatorio La Silla. Una vez que la comunidad astronómica haya validado la investigación llevada a cabo por unos 75 días, la información recopilada se publicará a fines de este año, concluyendo un largo programa de investigación científica.