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Dos de los grandes clásicos de la costura francesa, Schiaparelli y Christian Dior, presentaron este lunes sus colecciones de Alta Costura para la próxima temporada primavera-verano, atrayendo a actrices y 'celebrities' como Carla Bruni, Olivia Palermo o Naty Abascal.

Schiaparelli abrió la jornada de desfiles en una lujosa sala del Hôtel d'Evreux, en la Plaza de la Vendôme, famosa por sus tiendas de alta joyería.

En una sala decorada con platos de porcelana y enmoquetada en dibujos de aires surrealistas, un centenar de invitados disfrutaron de las propuestas de la firma, que desfila únicamente en Alta Costura.

Más que una colección de moda, el desfile fue una cena exquisita en homenaje a uno de los grandes placeres que gustaba disfrutar la creadora Elsa Schiaparelli: la gastronomía.

'Comer no es simplemente un placer material. Comer bien aporta un sentido a la vida y contribuye inmensamente a la buena voluntad y a la felicidad. Es muy importante para la moral', decía la creadora italiana en 1954.

Esta frase ha inspirado al diseñador de Bertrand Guyon, nombrado director de estilismo de la firma el pasado mes de abril de 2015, para jugar con los productos de la mesa en telas y accesorios: vestidos largos de cola impregnados con langostas, legumbres y frutas.

Al caminar, las modelos hacían sonar las faldas de sus vestidos, realizadas en lino, semejando una brisa de cáñamo.

Schiaparelli apostó por tejidos naturales que parecían ser una parte más del cuerpo femenino, dejando ver mediante transparencias o finas cuerdas el torso y remarcando el contorno de las piernas.

La firma reflejó su 'savoir faire' en bordados pintados en oro y crochet en hilos de seda.

Los accesorios fueron llamativos, por su originalidad, pero discretos en tamaño, especialmente broches en forma de corazones atravesados por gambas o candados alados montados sobre cáscaras de huevo; los zapatos, T-Bar, se llenaron de guisantes.

La actriz Kate Bosworth, la exmodelo Carla Bruni, la 'it girl' Olivia Palermo o el diseñador Christian Louboutin fueron algunos de los invitados que acudieron a este desfile, uno de los más esperados durante las jornadas de Alta Costura.

Como no podía ser de otra manera, el desfile que Christian Dior preparó para la presentación de la colección primavera-verano 2016 de Alta Costura, fue un espectáculo por todo lo alto.

Una sala de espejos instalada expresamente por la 'maison' en los jardines del museo del escultor francés fue la escena escogida para este desfile que se celebró en un contexto especial pues, por el momento, la firma no cuenta un diseñador.

Fue el equipo de diseño de la marca el encargado de llevar a cabo la colección después de que el belga Raf Simons dejara la casa el pasado octubre al no llegar a un acuerdo para la renovación del contrato.

El equipo demostró sin embargo ser el auténtico corazón de Christian Dior, quien mejor conoce su obra y legado, al presentar una colección que mezcla naturalidad y elegancia a partes iguales.

Dior dedicó su desfile a las parisinas, famosas por su estilo espontáneo y relajado, con un tremendo sentido de lo que significa la costura pero con gran habilidad para lucirlo de forma moderna.

Sobre la pasarela, jerséis de lana combinados con faldas brocadas en lana y crêpé de seda.

Los abrigos vestirán los días fríos de verano, en color azul noche en sencillos diseños que recuperan el famoso 'new look' del creador, o cargados de incrustaciones en color mostaza.

Los vestidos se llevarán muy escotados, ya sea con la espalda descubierta, con los hombros al aire en pronunciados escotes de barco o bien mediante transparencias.

El traje femenino se modernizó en esta colección mediante detalles brillantes cosidos en el pecho y un pequeño volante 'péplum' en los laterales de la chaqueta.

Las formas se mantuvieron en las marcadas cinturas y delicados volúmenes que caracterizan la firma, añadiendo esta vez camisetas de malla por debajo de algunos diseños, un toque urbano para modernizar prendas clásicas.

El equipo de Dior, que siempre guarda un guiño a las aficiones de su creador, añadió esta vez amuletos de la suerte ya sea en accesorios o bordados sobre las propias prendas como recuerdo del carácter supersticioso del diseñador.

Entre las invitadas de la marca, la exmodelo Naty Abascal que vistió un abrigo en tweed de lana verde y ocre de la colección otoño-invierno 2015-2016 de Dior por Raf Simons.

Los desfiles continúan este martes con la prometedora muestra de Chanel y las admiradas creaciones de Stéphane Rolland.