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La lectura de 'Cien años de soledad', lo primero de García Márquez que cayó en sus manos, le dejó 'mareado, encantado, feliz' y le 'cambió la vida', asegura Dasso Saldívar, y fue tal el 'shock' que le provocó ese libro 'tan maravilloso' que decidió conocer en profundidad la vida de su autor y paisano.

Y ello le ocupó, de manera discontinua, aclara, 'un cuarto de siglo', el tiempo que duraron sus investigaciones, la lectura y relectura de la obra de García Márquez, el acopio de datos o las entrevistas con sus familiares y amigos más próximos.

'Sin saber que estaba trabajando en una biografía. En mi ánimo sólo estaba satisfacer preguntas personales', comenta Saldívar en una conversación con Efe.

'No solamente -insiste- no lo sabía; es más, nunca pensé que pudiera hacerlo', que pudiera escribir 'El viaje a la semilla', la biografía en la que el propio biografiado se reconocía y que llega ahora a su séptima edición, desde su primera publicación en 1997.

Editada por Ariel y revisada por su autor, la biografía del Nobel colombiano centra hoy una charla que reunirá en la sede madrileña del Instituto Cervantes a Dasso Saldívar y a dos hombres que conocieron muy bien a Gabo, que les consideraba sus amigos: el expresidente del gobierno español Felipe González y el periodista, escritor y editor Juan Cruz.

El homenaje a Gabriel García Márquez se celebra tres días antes del que hubiera sido su 89 cumpleaños, y unas semanas antes del segundo aniversario de su muerte, ocurrida el 17 de abril de 2014.

'Si hubiera leído antes 'El viaje a la semilla', no habría escrito mis memorias', dicen que García Márquez comentó tras la lectura de la obra de Saldívar, 'durante tres noches, sin poderlo soltar', le confesó el biografiado a su biógrafo.

'El viaje a la semilla' es un viaje a los orígenes de García Márquez. 'Un viaje -dice Saldívar- doble, o paralelo, a sus orígenes familiares, a su nacimiento, su infancia, su formación literaria durante la adolescencia, hasta escribir y publicar su obra magna', esa novela, 'Cien años de soledad', 'que es ya y será siempre un clásico', comenta el biógrafo.

Pero es también, continúa, 'un viaje interior literario a sus orígenes, a su Aracataca natal, a la casa familiar de los abuelos, tan presente en su obra, a tantas y tantas personas que luego fueron sus personajes'.

'Lo que surge de la lectura de esta biografía no es un hombre sino un mundo', escribe en el prólogo del libro el periodista, escritor y traductor colombiano William Ospina, gran amigo del Nobel y muy admirado por él.

Para Ospina la biografía permite conocer 'el mundo que alimentó' los sueños de García Márquez. 'Es difícil -recalca- que otro biógrafo logre darnos el soplo torrencial de ese viento de milagros poéticos que es la vida de García Márquez, y transmitir el embrujo del mundo al que Gabo pertenece'.

Dasso Saldívar guarda intactas en su memoria las dos conversaciones, de tres horas de duración cada una, que mantuvo con García Márquez antes de sentarse a escribir su biografía. Fueron en su casa del Distrito Federal mexicano y en marzo de 1989. 'Fue una charla inolvidable. Tenía muy buena memoria', destaca.

La biografía llega, de forma deliberada, hasta la publicación de 'Cien años de soledad', en 1967, hasta aquellos años en los que García Márquez vive en Barcelona (España) y está a punto de escribir 'El otoño del patriarca'. 'Incluye todo ese primer García Márquez', hasta que se convierte 'en un hombre famoso y eso comienza a cambiarle la vida'.

Aunque Saldívar tenía material más que suficiente para continuar en un segundo volumen, se dio cuenta de que si lo escribía 'no era por necesidad, sino por el deber de completar una biografía. Y un escritor -dice- no funciona por el deber de escribir, sino por la necesidad de escribir'.

Además, la 'segunda parte' de la vida del Nobel, desde la publicación de 'Cien años de soledad' hasta su muerte, 'es muy conocida, está abierta a la luz pública. Esa parte me resultaba menos interesante o no tenía para mí el mismo aliciente que la primera, cuando tuve que averiguar cada cosa, cada situación, cada lugar, cada personaje,...'.

Para Saldívar su biografía 'es parcial pero esencial' y permite conocer por igual al ser humano, al hombre, y al autor, 'porque son indivisibles'.

'Esa división, de autor y hombre, solo es una abstracción de nuestra mente; en la práctica, la vida y la obra de todos los grandes escritores y artistas es una única unidad, es un solo discurso. Es el río de Heráclito, que transcurre....'.