Colombia se va abriendo camino en China y hoy lo hizo a ritmo de cumbia, con la 'Pasión del Caribe', un grupo de bailarines y cantantes que deleitaron al público local con sus aptitudes en el escenario e intercambiaron experiencias con otros profesionales chinos.
El espectáculo celebrado esta jornada en Pekín es el preludio del Año Cultural China-Latinoamérica que se inaugurará a finales de este mes y con el que la región busca posicionarse en la segunda economía mundial.
'No deberíamos ahorrar esfuerzos en tratar de que los pueblos se conozcan más. Es a través de la cultura como entramos, sentimos, percibimos y nos identificamos', explicó la embajadora colombiana en China, Carmenza Jaramillo, presente en el evento.
Y para ir abriendo puertas, Colombia decidió traer a un conjunto de artistas del norte del país, dirigidos por la coreógrafa Rosanna Lignarolo.
Lignarolo llevó a Pekín la 'cumbia, una danza trietnia de españoles, indios y ancestros negros (...), algo de percusión', y, por supuesto, la esencia del carnaval.
'Creo que nos van a recibir muy bien. Tenemos nuestro Caribe, nuestras caderas y hombros', decía minutos antes de la actuación la directora del grupo, acompañada de sus bailarines.
Entre ellos, Camila Rodríguez, quien se mostró muy feliz de haber podido realizar esta 'aventura'.
'Vinimos aquí a aprender y también a demostrar lo que somos, de nuestra cultura, todos lo que nos representa como colombianos. Y, orgullosos de estar aquí representando a nuestro a país y trayendo todo lo que tenemos allá', destacó.
Los colombianos se hicieron dueños del escenario poco después de que 'Oropéndolas y Golondrinas' aparecieran en escena, un grupo de mujeres chinas de más de 60 años que pusieron el toque local al acontecimiento.
Separadas por miles de kilómetros de distancia, Colombia y China consiguieron hoy romper barreras con una imagen: la de las mujeres chinas marcando caderas al paso de las latinas, que les enseñaron sus mejores movimientos en la pista de baile