La 72 edición del Festival de Cannes se cerró ayer con un palmarés que supuso la consagración del cineasta surcoreano Bong Joon-Ho, que se llevó la Palma de Oro por Parasite, y el reconocimiento internacional para Antonio Banderas, mejor actor por su papel en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar.
Se le escapó de nuevo la Palma de Oro a Almodóvar, en la sexta ocasión en la que competía en Cannes, pero a cambio, Banderas, uno de los actores con los que más ha trabajado y con el que mejor se ha entendido, se llevaba el premio a mejor actor y, precisamente, por interpretarle a él.
Pero la Palma fue para Bong Joon-Ho, con un filme aplaudido unánimemente por la crítica y por el jurado presidido por Alejandro González Iñárritu. La comedia convertida en tragedia de Bong es una crítica certera y muy directa a la sociedad de hoy, a las desigualdades sociales y al capitalismo que saca los peores instintos del ser humano.