La comunidad científica está expectante hoy ante el posible anuncio sobre la detección de las ondas gravitacionales, cuya existencia fue formulada hace cien años por Albert Einstein y permitiría comprender mejor el origen del Universo.
La expectación viene dada por la rueda de prensa convocada hoy por un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de California (CALTECH), el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y de la Colaboración Científica LIGO (Observatorio de Interferometría láser de Ondas Gravitacionales) para informar de las investigaciones sobre las ondas gravitacionales.
LIGO son las siglas de un experimento internacional que desde 2004 busca detectar de manera directa estas ondas, de las que ya se tienen indicios indirectos sobre su existencia y con las que se puede estudiar el origen del Universo.
Las ondas gravitacionales son unas ondulaciones producidas en el continuo espacio-tiempo por acontecimientos muy violentos como la explosión de una supernova o la fusión de dos agujeros negros, que se propagan por todo el espacio.
La teoría sostiene que estas ondas abundan y transportan información sobre los fenómenos que las originaron, probablemente, del propio Big Bang que dio lugar al Cosmos.
Si se pudiera comprobar su existencia, sería uno de los descubrimientos científicos más grandes de nuestro tiempo, porque su encuentro llenaría un gran vacío en la comprensión del origen del Universo.