El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó este miércoles que los tiroteos que este martes dejaron ocho muertos en tres salones de masaje en la ciudad de Atlanta tienen 'muy preocupados' a los estadounidenses de origen asiático, aunque no especuló sobre la motivación del sospechoso.
'Fuera cual fuera la motivación, sé que los estadounidenses de origen asiático están muy preocupados', dijo Biden en declaraciones a la prensa al comienzo de una reunión en la Casa Blanca con el primer ministro irlandés, Micheál Martin.
'No voy a establecer ninguna conexión por ahora sobre la motivación del asesino', añadió Biden, quien explicó que está esperando a recibir más información del Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) y el Departamento de Justicia, con cuyos líderes conversó hoy por teléfono.
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Seis de las ocho víctimas mortales en los ataques de este martes eran mujeres de origen asiático, mientras que otras dos eran blancas, según las autoridades de la zona metropolitana de Atlanta.
El sospechoso, Robert Aaron Long, fue detenido la noche del martes y ha confesado que cometió los crímenes, aunque asegura que no actuó por una motivación racista, según Jay Baker, el capitán de la oficina del alguacil del condado de Cherokee, contiguo a la ciudad de Atlanta.
Long, de 21 años, había frecuentado los salones de masaje antes del ataque, 'los culpaba por proporcionar una forma de mantener activa su adicción al sexo', y los consideraba 'una tentación que quería eliminar', explicó Baker en una rueda de prensa.
Eso hace creer a las autoridades que no se trató necesariamente de un crimen de odio, aunque todavía no lo han descartado del todo y siguen investigándolo.
De igual forma, se conoce que Long compró el arma de fuego que usó en los tiroteos unas horas antes del ataque, y ha confesado a las autoridades que estaba 'de camino a Florida para perpetrar más tiroteos', reveló en la rueda de prensa la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms.
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'Es probable que hubiera habido más víctimas' si las autoridades del estado de Georgia no le hubieran detenido, añadió.
Independientemente de la motivación de Long, el ataque ha atraído atención a los casi 3.800 insultos, acoso y ataques físicos que han sufrido los estadounidenses de origen asiático desde que comenzó la pandemia hace un año, según un informe publicado este martes por la organización Stop AAPI Hate.
Muchos demócratas atribuyen esa creciente estigmatización de los ciudadanos con raíces en Asia a la retórica del expresidente Donald Trump (2017-2021), quien describía a la covid-19 como 'el virus de China'.
La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, también aseguró este miércoles que aunque aún no se conoce la motivación del atacante, es necesario mostrar 'solidaridad' a la comunidad de origen asiático en el país.
'Ninguno de nosotros debería guardar silencio ante ninguna forma de odio', dijo Harris en declaraciones a la prensa.